Con este nombre (en español aprendizaje-servicio) conocemos una metodología propulsada por John Dewey a principios del siglo XX. Esta sistema educativo tiene un componente principalmente práctico. Es decir, la teoría se condensa fuertemente con el objetivo de aprender trabajando, experimentando y fallando. Además, según este sistema las prácticas consisten en llevar a cabo una obra o acción que constituya un servicio para la comunidad. Esta comunidad es nuestro caso  el campo de asilados.